A través de exposiciones, dibujos, lecturas, música y creaciones colectivas, niños y niñas reflexionaron sobre el misterio y la belleza del universo, conectando con la mirada poética de nuestra Premio Nobel de Literatura.
El patio se llenó de estrellas, colores y expresiones artísticas que recordaron que “una estrella no se acaba nunca porque vive en los ojos de quien la ama” , como escribió la insigne Gabriela.
El viernes 16, durante el primer recreo, los niños expresaron ideas, sentimientos y emociones con creaciones de bellas pinturas, en el escenario del patio y, durante el segundo descanso, los estudiantes danzaron rondas escritas por la divina Gabriela que fueron cantadas por el coro del Colegio, bajo la dirección de la profesora de música Daniela Correa Castillo.
Felicitaciones y gratitud a todos los profesores que guiaron y animaron estas experiencias y, especialmente, a estudiantes que entendieron que el arte, también, es una forma de mirar el cielo con el corazón.